Las mutualidades presentes en AESCAT
Entrevista a Jordi Busquet Albertí, presidente de la Federació de Mutualitats de Catalunya y vocal de la junta directiva del AESCAT (Associació Economia Social de Catalunya).
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Por qué desde el ámbito de las mutualidades consideráis necesaria una ley de economía social y solidaria?
La economía social y solidaria está formada por diferentes tipologías de entidades, que tienen puntos en común, pero con diferentes formas societarias (mutualidades de previsión social, cooperativas, fundaciones, asociaciones, etc.). A pesar que puede haber consenso en la concreción de quién forma parte de la economía social, consideramos que puede ser muy útil disponer de una ley que lo regule, estableciendo un marco legal de actuación que defina lo que entendemos por economía social, los actores que forman parte, que genere un registro de entidades de la economía social y se establezca un marco de colaboración institucional y medidas para su fomento.
Qué creéis que esta ley debería mejorar o aportar en relación al mutualismo en Catalunya?
Las mutualidades de previsión social, como entidades aseguradoras no lucrativas, están sometidas a una regulación intensa de su actividad. Lo que el mutualismo espera de la ley es que nos dé visibilidad dentro de la economía social, y que facilite el impulso de las mutualidades como entidades aseguradoras de la economía social, la cual cosa favorezca la colaboración con la Administración, en aspectos como la contratación pública o medidas de fomento, al mismo tiempo que aporta esta visibilidad del sector de los seguros dentro de la economía social.
Como se han desarrollado las primeras sesiones de trabajo en vuestra organización?
Han sido sesiones muy interesantes, en las cuales las mutualidades han dado su visión sobre cómo debe ser la ley, cuál debería ser su contenido y qué aspectos les interesa o preocupa más al respecto. Se trata de sesiones iniciales, en el sentido que éstas visiones son genéricas todavía, a la espera de poder concretar más a medida que se vaya concretando propuestas de las diferentes familias en un documento de bases, a lo largo del proceso. Hemos tratado temas como las formas jurídicas que forman parte de la ESS, la necesidad de un registro y como debe ser este registro, cuáles deben ser los ámbitos de colaboración con la Administración regulados por la ley.
Qué mirada particular consideráis que aporta el mutualismo en la elaboración de esta ley?
Las mutualidades, al formar parte de un sector regulado (los seguros), tenemos una característica que nos diferencia del resto de entidades de la economía social, ya que somos las únicas entidades aseguradoras, y como tal, realizamos una importante actividad social muy vinculada al territorio, como así lo demuestra la memoria social que publica anualmente la Federació Esta especificidad respecto las otras familias comporta que podamos aportar una visión diferente en algunos aspectos, fruto de nuestra realidad En todo caso, se trata de una mirada que enriquece el debate con el resto de familias, con las que tenemos muy buena sintonía.
Como está viviendo vuestra organización el proceso colectivo de construcción de las bases de la futura ley?
Se está viviendo con la ilusión de participar en un proceso nos atrevemos a definir como histórico. La ESS tiene una larga tradición en Catalunya, especialmente en el ámbito de les mutualidades y las cooperativas, y consideramos que es crucial para nuestro futuro que una ley reconozca esta tradición y, a su vez, establezca las bases para nuestro futuro, como modelo social y económico. Creemos que esta tradición historia de nuestro país ahora podrá ser debidamente valorada en la futura ley.
Aprovechando el trabajo alrededor de esta ley, creéis que la economía social debería plantear cambios y, en caso afirmativo, en qué sentido?
Más que plantear cambios, lo que esperamos de la ley es que delimite con claridad los límites de la ESS, con tal que todos los actores económicos y sociales tengan claro quién forma parte y las reglas del juego; que quede plasmada también la apuesta del Govern y del Parlament para la ESS y, por lo tanto, establezca mesuras para impulsarla.
En nuestro caso hemos sufrido la apropiación por parte de muchas sociedades anónimas del concepto “mutua” o “mutualidad”. Quién no ha escuchado en algún hospital preguntar a un paciente “y usted de qué mutua es?”. El problema no es solamente la apropiación del mote si no de la perversión del concepto. Nosotros somos diferentes como mutualidades, ni mejor ni peor, pero claramente diferentes. Creo que debemos velar para que nadie se apropie del mote “economía social” i mucho menos que se pervierta. Que cada persona sepa con quién trata de manera transparente y que puedan escoger.
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